Es un pequeño oratorio destinado al descanso de los peregrinos que subian a ver la virgen de Meritxell, cuando no habian carreteras aquí empezaba el ascenso por el camino de montaña hacia Meritxell-Canillo.
Mientras descansaban rezaban un salve a la Mare de Déu.
Hay una leyenda que dice que fue construido por tres «pageses» (Labradores) que pasaron mucho miedo durante una tormenta muy fuerte, los tres juraron que le construirian un oratorio a la Mare de Deu si salian vivos.